En Brasil se suele decir: “filho de peixe, peixinho é”, una expresión que resuena en el mundo del fútbol cuando hablamos de herederos futbolísticos. Y en Santos FC, Robson de Souza Júnior, conocido como Juninho, intenta escribir su propia historia. El joven talento, discreto y trabajador, se esfuerza por brillar con luz propia en la cantera de un club cuyo legado incluye la estela de su padre, Robinho.
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Un Pasado Turbulento
Lejos de las luces y sombras que envolvieron a su padre, actualmente encarcelado en Brasil tras una condena irrevocable de la justicia italiana por un crimen en Milán, Juninho ha optado por una senda de modestia y dedicación. La situación de Robinho es un capítulo aparte; detenido desde marzo, paga el precio de sus acciones pasadas en São Paulo.
Futuro Prometedor
Mientras tanto, Juninho, alejado del circo mediático, se centra en su formación futbolística. A sus 17 años, este joven prodigio firmó en 2024 su primer contrato profesional por tres años, con una cláusula de rescisión de 50 millones de euros, una cifra que refleja la confianza del club en su potencial. Su destreza sobre el césped le ha coronado campeón del Campeonato Paulista Sub-17 con un título de máximo goleador, dejando claro que su apellido no es lo único que importa.
Arte en Movimiento
Sobre el campo, Juninho danza como un artista del balón, haciendo del regate una obra de arte, un eco de las jugadas que su padre solía ejecutar. Su capacidad para driblar en espacios reducidos es cautivadora, y el gol es un amigo habitual. En el club, lo ven como uno de los proyectos más ilusionantes, con un futuro en el fútbol profesional al alcance de la mano.
Un Escenario de Oportunidades
El joven talento es uno de los convocados para disputar la prestigiosa Copa São Paulo de Fútbol Júnior, una vitrina donde los mejores jugadores sub-20 despliegan sus habilidades frente a ojeadores de todo el mundo. Aunque el Santos FC no figura entre los favoritos de esta edición, rivales como Palmeiras y São Paulo encabezan la lista de candidatos, Juninho ya ha dejado su huella en la competición.
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En el segundo partido del grupo, donde Santos arrasó con un 1-7 frente al Jaciobá, Juninho mostró destellos de brillantez con un gol y una asistencia. Su celebración, ejecutando las emblemáticas “pedaladas” de su padre, fue un emotivo homenaje a Robinho. Con esta victoria, el Peixe se aseguró un lugar en la segunda ronda del torneo, donde los duelos a vida o muerte prometen emoción y espectáculo.
