Tom Henning Ovrebo: Del Silbato al Sofá
Tom Henning Ovrebo, el hombre que alguna vez estuvo en el ojo del huracán en las canchas, hoy tiene una vida completamente diferente. Su legado como árbitro es profundo y diverso, pero para muchos su nombre es sinónimo de un partido en particular: el Chelsea-Barcelona de hace 15 años. Un encuentro que despertó la furia de los ‘blues’ y que lo puso en la diana de las críticas, encabezadas por el inigualable José Mourinho.
Hoy, Ovrebo ya no se rige por las reglas del juego en el césped, sino por las del equilibrio mental. El excolegiado noruego se ha reinventado y ahora trabaja como psicólogo especializado en deportistas de élite en Noruega.
La Vida Después del Silbato
Es curioso cómo cambia la vida. Ovrebo revela con una sonrisa: “Ahora mi vida es muy buena. He sido árbitro durante muchos años, pero ahora disfruto de mi faceta como psicólogo deportivo. Tengo mi propia consulta, una familia fantástica y no me puedo quejar.”
¿Cambio de Rutina? No Tanto
Para muchos, transitar de las canchas a la psicología podría parecer un cambio drástico, pero no para Tom: “Tras 30 años de carrera y 20 en la élite, ha sido fácil dedicarme a otras actividades, disfrutar de los fines de semana y pasar más tiempo con mis seres queridos. No ha sido un cambio difícil”, asegura con convicción.
¿Conexión con el Arbitraje?
Ovrebo confiesa que su vínculo con el arbitraje ya no es tan estrecho, admitiendo que colabora ocasionalmente con un club local. “Ahora mi enfoque es preparar a los atletas para grandes competiciones como los Juegos Olímpicos. Sigo en el deporte, pero desde una perspectiva psicológica.”
Paralelismos Entre la Enseñanza y el Arbitraje
Comparar dirigir un partido con dar una clase puede parecer una locura, pero Tom encuentra ciertas similitudes. “Quizás ambas actividades requieren escuchar, aunque mis alumnos están más interesados en las asignaturas que los jugadores en mis decisiones. Ambas son actividades gratificantes”, reflexiona.
Pasión Vocacional
Desde adolescente, Tom sentía un interés innato por la psicología. “Comencé a estudiarla con 20 años en la Universidad y me especialicé en psicología clínica. Fue una conexión natural y vocacional”, revela Ovrebo con una chispa de nostalgia.
Psicología en el Arbitraje
El noruego no duda al afirmar que el referato no es solo físico, sino profundamente psicológico. “Arbitrar implica comunicación, trabajo en equipo, manejo del estrés y tomar decisiones bajo presión. Todo gira en torno a la psicología”, enfatiza.
La Evolución del Arbitraje y el VAR
Ovrebo se muestra ambivalente sobre la tecnología en el fútbol: “El VAR tiene aspectos positivos, pero no estoy seguro de que haya mejorado el juego. Necesitamos tiempo para evaluar su impacto real”.
El Desgaste de las Críticas y la Adaptación a Redes Sociales
Los árbitros de hoy enfrentan un entorno aún más hostil con la irrupción de las redes sociales. “Es duro para los jóvenes que reciben mensajes negativos constantemente. Es una presión añadida”, explica Ovrebo con preocupación.
Fortaleza Mental en los Árbitros
En la cima del fútbol mundial, la salud mental de los árbitros es crucial. “Para ser un buen árbitro debes conocer las reglas, ser fuerte y trabajar en equipo, pero no puedes subestimar el aspecto mental,” enfatiza, subrayando la importancia de entrenar también la mente.
Momentos Memorables y No Tanto
Ovrebo recuerda con cariño algunos eventos destacados de su carrera, pero admite que no todos quedaron satisfechos. "Tuve muchos buenos momentos, pero también días en los que no estuve a mi mejor nivel, como en el famoso Chelsea-Barça. Las decisiones erróneas pueden durar mucho tiempo en la memoria,” dice con honestidad.
Futuro de la Comunicación Arbitral
Finalmente, Tom sugiere que el diálogo abierto entre árbitros y entrenadores, aunque difícil, es vital. “El diálogo es positivo, siempre que sea respetuoso. Sin embargo, entiendo las complicaciones en las competiciones internacionales”.
Con el pasar del tiempo, Ovrebo ha aprendido que en el arbitraje, como en la vida, el camino está lleno de decisiones que pueden ser tanto acertadas como erróneas. Pero al final del día, son estas experiencias las que mejoran el carácter y la fortaleza de aquellos que se enfrentan a la presión con valentía.
"Las decisiones correctas duran minutos, pero las equivocadas, como en mi caso del Chelsea-Barça, pueden durar 15 años", concluye con una mezcla de sabiduría y aceptación.