La relación entre Martín Anselmi y Cruz Azul, a pesar de su éxito en el ámbito deportivo, enfrenta desafíos que podrían convertirse en tormenta. Las exigencias salariales que se esgrimen como espada de Damocles amenazan con cambiar el rumbo del estratega de cara al Clausura 2025. ¿El resultado? Una atmósfera en La Noria que podría tensarse más que cuerda de mariachi desafinada.
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¿Adiós Anselmi en 2025?
El rumor se extiende como fuego en paja seca y Héctor Huerta, voz reconocida en el mundo del fútbol, revela que las tensiones se originan no tanto del propio Anselmi, sino de su ávido representante. «No reparan en girar la noria,» dice metafóricamente Huerta, aludiendo a las demandas incesantes que han colmado la paciencia de la alta esfera directiva del equipo celeste.
Un ejemplo que dejó huella fue durante la Leagues Cup. Frente a un reglamento que divide las ganancias del club en mitades entre el equipo y los jugadores, la solicitud de una prima para el cuerpo técnico surgió como un punto de inflexión. Incluso se habló de que Anselmi y su equipo no participarían en el torneo de no cumplir sus prerrogativas, una amenaza que resonó más que un gol silenciado por el VAR.
Triunfos sin corona
Aunque los conflictos económicos se cuecen a fuego lento, la cancha fue testigo del talento de Anselmi. Cruz Azul se vistió de historia en el Apertura 2024, figurando en la cima con 42 puntos, gracias a un imbatible récord de 13 victorias, 3 empates y solo una derrota ante el aguerrido Atlético de San Luis. No fue poca cosa para los cementeros, quienes avanzaron como cañón disparado hacia la Liguilla, poseídos por el espíritu de la Máquina campeona.
Sin embargo, el camino hacia la gloria se truncó. En Cuartos de Final, se desarrolló una saga épica que rozó el borde del abismo, cuando Cruz Azul superó un adverso 0-3 contra Xolos, igualando milagrosamente y avanzando por su posición privilegiada en la tabla. Mas las Semifinales contaron una historia diferente; su eterno némesis, América, se interpuso nuevamente, dejando a Cruz Azul a las puertas de la final, eliminado con un global de 3-4 que resonó como un alarido en el Azteca.
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El dilema económico
La eliminación dejó un sentimiento contrapuesto en la afición y la directiva. Mientras la habilidad de Anselmi durante la temporada regular es incuestionable, las exigencias de su representante amenazan con desestabilizar el barco celeste. Para unos, tales logros justifican las demandas económicas; para otros, representan un riesgo innecesario que podría desgarrar el tejido del club.
La directiva de Cruz Azul enfrenta, por tanto, un reto de dimensiones colosales. Como dice el dicho, «en la vida no hay mal que por bien no venga», aunque en este caso, el equilibrio parece tan precario como un balón en la línea de gol. ¿Podrán resolver este enredo financiero sin descarrilar la Máquina? Solo el tiempo dirá si los astros se alinean para mantener a Anselmi al frente.
