La Supercopa 2025 del fútbol chileno se ha transformado en un verdadero dolor de cabeza para la ANFP. El esperado duelo entre Colo Colo y Universidad de Chile, que prometía ser un choque épico de titanes, ahora enfrenta el desafío de encontrar una sede dispuesta a recibirlo.
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Concepción y Temuco dan el primer “no”
Con el silbato inicial aún en espera, la primera opción fue Concepción. Sin embargo, la respuesta desde el Biobío fue un sonoro y rápido «gracias, pero no». La capital penquista descartó ser la anfitriona de este vibrante clásico, dejando a los aficionados con la expectación en el aire. La historia no terminó ahí, ya que también se pensó en Temuco, pero el alcalde subrogante destruyó esa nublada esperanza, apagando así el entusiasmo que comenzaba a florecer en la región.
La Serena, el último bastión con trabas
La luz al final del túnel pareció asomarse cuando la ANFP vio en La Portada de La Serena una posibilidad viable. Inicialmente, la idea fue bien recibida desde la alcaldía, lo que llenó de ilusión a los hinchas. Pero, como si el destino se empeñara en poner zancadillas, el Delegado Presidencial de Coquimbo, Galo Luna Penna, se sumó a la confusión y lanzó una serie de trabas.
El argumento esgrimido por la autoridad regional añade leña al fuego: «Desde ya nosotros hemos planteado nuestra preocupación porque esto requiere de la coordinación y esfuerzos adicionales. Recordar que nosotros en verano tenemos muchos turistas, vamos a tener una cifra récord de turistas argentinos», manifestó en un intento de justificar las complicaciones. A esto agregó que «Vamos a recibir un evento nacional que es la jornada de las juventudes católicas, por lo tanto, nosotros tenemos planificado el verano», mientras que la memoria colectiva recuerda que autorizó un torneo amistoso entre Colo Colo, Universidad de Chile y Godoy Cruz de Mendoza con la barra de Coquimbo.
Así las cosas, las opciones se van agotando rápidamente y podría reflotar la idea de un duelo ida y vuelta. Este formato no solo ofrecería doble emoción futbolística, sino que evitaría los inconvenientes de tener que lidiar con la burocracia de un Delegado Presidencial que no desee recibir público santiaguino.
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¿Cuándo y dónde se jugaría este esperado encuentro?
La incertidumbre se cierne sobre la fecha y la sede, con la expectativa de realizar la Supercopa el 25 o 26 de enero. Pero, con todo en el aire y la ANFP enfrentándose a un auténtico rompecabezas organizativo, el ruido de la afición sigue expectante. Con cada minuto que pasa, crece la esperanza de que este apasionante duelo entre albos y azules encuentre, finalmente, su escenario perfecto. ¡El tiempo corre y la emoción del fútbol chileno pulsa con fervor!
