El Milan logra una victoria agónica ante el Estrella Roja (2-1) con un gol heroico de Tammy Abraham en un choque lleno de tensión y emoción que mantuvo a la afición al borde de sus asientos. Pese a su actuación pobre y dubitativa que obliga a sufrir para superar a un valiente rival en San Siro, los rossoneri suman tres valiosos puntos en la Champions League.
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Inicio complicado para el Milan
El equipo de Fonesca tomó las riendas del juego en los primeros minutos, dominando el balón pero sin la chispa necesaria. Su entrenador exigía más energía y velocidad. Rafael Leao tuvo la primera ocasión clara en un contragolpe de manual, pero el arquero del Estrella Roja, Gutesa, desvió lo justo para enviar el tiro a córner. Poco después, Maksimovic, con un misil al travesaño, dio el primer susto a los locales. En el minuto 30, Morata se vio obligado a abandonar por un golpe en el tobillo tras un encontronazo con Elsnik, siendo reemplazado por Tammy Abraham, quien casi estrena el marcador con un remate de cabeza nada más pisar el terreno de juego, pero la fortuna le dio la espalda.
Rafa Leao rompe el hielo
A tres minutos del descanso, el Milan consiguió traducir su dominio en el primer tanto del encuentro. Fofana sacó de la chistera un pase milimétrico desde el medio campo, superando a la defensa serbia para que Rafa Leao, cual lobo acechando a su presa, controlara con destreza y fusilara la red de Gutesa (1-0). Un auténtico golazo del portugués. Gutesa evitó que el segundo gol milanista llegara justo antes del descanso.
Reacción del Estrella Roja
En la segunda parte, el Estrella Roja mostró sus garras con determinación. Mimovic probó suerte desde la derecha, pero se topó con el siempre seguro Mike Maignan, quien rechazó el empate. El duelo se tornó en una guerra de trincheras, donde las oportunidades escaseaban y un gol podía cambiar la narrativa del encuentro. En medio de tanto suspense, Radonjic desencadenó un torbellino de emoción con su sensacional gol en el minuto 68. Aprovechando una pérdida de Musah, lanzó un misil desde la frontal que dejó sin respuesta a Maignan, un auténtico mazazo para los rossoneri (1-1). Los hombres de Fonesca trataron de responder, pero faltó precisión. Finalmente, al borde del abismo, Tammy Abraham, cual superhéroe improvisado, encontró un balón suelto en el área pequeña y selló la victoria del Milan con un tanto providencial (2-1) en el minuto 87. El San Siro estalló en júbilo mientras el tiempo expiraba y los tres puntos quedaban en casa.