El FC Barcelona resplandeció en Europa al imponerse al Borussia Dortmund en un duelo memorable, dejando claro que su intención es dominar el continente. A pesar de la presión del icónico «muro amarillo» y una controvertida decisión del árbitro Letexier al señalar un penalti, los de Hansi Flick se colocan segundos en solitario en la competición más prestigiosa. En tiempos de incertidumbre en la Liga, el equipo catalán ha encontrado su brújula al brillar en escenarios europeos.
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Primer acto: dominio azulgrana sin recompensa
El técnico Hansi Flick, conocedor de la esencia del Borussia Dortmund, no se sorprendió cuando los alemanes salieron con todo el empuje de su ferviente afición. Sin embargo, el Barça decidió contrarrestar esa tempestad inicial con su propia arma secreta: la verticalidad. Fue un arranque fulgurante, un auténtico tributo al fútbol ofensivo. En medio de este intercambio intenso, Raphinha tuvo la oportunidad de abrir el marcador tras un sublime pase de Lamine, el canterano prodigio. Pero la defensa del Barça también tuvo que emplearse a fondo ante las acometidas alemanas, con Iñaki Peña muy seguro bajo los palos, llevando el partido poco a poco a su terreno de dominio.
El juego maduro del Barça
El equipo culé decidió alargar las posesiones, pero sin abusar de ellas, liderados por un majestuoso Lamine Yamal, quien con su talento provocó admiración incluso entre la afición contraria. Dani Olmo, tocando con maestría entre líneas, demostró que la Bundesliga sigue en sus venas, imponiendo respeto con su control del balón. Koundé también se unió al espectáculo, probando suerte con un disparo lejano. En la otra área, Peña evitó el gol con una estirada ante un remate de Guirassy. Aunque la jugada fue invalidada, el meta alicantino ya había dejado su sello antes del polémico penalti reclamado por la grada local.
Segunda parte eléctrica
Según la tradición en Dortmund, el Borussia ataca en la segunda mitad hacia el ‘muro amarillo’. Y así fue. Nada más comenzar, Guirassy hizo vibrar el estadio con un gol que fue anulado por fuera de juego. Pero el Barça no se dejó intimidar. Con un astuto pase a Raphinha, los culés lograron romper el intento de fuera de juego alemán. El brasileño, lleno de confianza, anotó con gran habilidad y corrió a celebrar junto al sector azulgrana de la grada.
Drama e intensidad hasta el final
La alegría fue efímera. Cinco minutos más tarde, bajo la presión de la grada, Letexier decretó un penalti por un leve empujón a Guirassy, que éste convirtió a pesar de que Peña estuvo cerca de detener el disparo. Con las tablas de nuevo en el marcador y tras la lesión de Raphinha, el Barça dio entrada a Fermín, De Jong y Ferran Torres. El valenciano, en un abrir y cerrar de ojos, aprovechó un rebote tras un disparo de Fermín y batió a Kobel.
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El riesgo de jugar con una defensa adelantada quedó al descubierto cuando el Dortmund no perdonó un desajuste culé. Fue Guirassy, de nuevo, quien encontró el empate gracias a Gross. Pero Ferran Torres, el ‘tiburón’ al acecho, volvió a marcar al cruzar un balón servido por Lamine, tras un contragolpe digno de libro. Esta vez, el Barça defendió la ventaja con uñas y dientes, reforzándose con una victoria que envuelve en confianza su camino europeo.
