La llegada del estratega portugués Ruben Amorim al banquillo del Manchester United ha sido como una pequeña brisa en mitad de un fuerte vendaval. La derrota reciente en la Premier League frente al Nottingham Forest se sumó a la lista de infortunios, marcando la segunda caída consecutiva de los ‘red devils’. Desde que Amorim asumió el timón, el barco del United solo ha conseguido navegar hacia la victoria en dos ocasiones, mostrando un registro que deja mucho que desear para las aspiraciones del club.
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Sin Viento a Favor
Por ahora, Amorim no ha logrado cambiar el rumbo de los ‘reds’, y los lugares de acceso a la preciada Champions League, ese sueño dorado, se sienten cada vez más lejanos. El United, que debería ser un gigante en busca de la gloria, lucha enérgicamente por salir del fango en el que está inmerso.
Crisis en Old Trafford: Una Pérdida Tras Otra
La inestabilidad es la telaraña que atrapa al United en una espiral descendente. El club se asemeja a un tablero donde las piezas caen una tras otra. La última ficha en salir del juego es Dan Ashworth, el director deportivo. Apenas había desembarcado en Old Trafford el 1 de julio desde Newcastle, y ahora, cinco meses después, ya ha hecho las maletas en un movimiento acordado mutuamente. «Agradecemos a Dan por su trabajo y apoyo durante este tiempo de transición para el club; le deseamos lo mejor en sus futuros proyectos», rezaba el comunicado del club con un tono de despedida agridulce.
La reciente derrota contra el Nottingham Forest fue la gota que colmó el vaso. Tras este tropiezo, Ashworth se reunió con la directiva del United para formalizar su salida, un adiós en un momento especialmente complicado, ya que el mercado de fichajes de invierno está a la vuelta de la esquina. En estos tiempos tormentosos para el Manchester United, el barco debe encontrar su rumbo antes de que sea demasiado tarde.