Mientras Cruz Azul se prepara con ansias para la Semifinal contra el América, en el corazón de La Noria suena una alarma de optimismo. La noticia que ha echado chispas de ilusión entre los celestes es que el fichaje de Jesús Orozco, conocido cariñosamente como «Chiquete», podría estar más al alcance de lo deseado.
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La negociación que podría cambiar el rumbo
Según fuentes bien informadas, la negociación entre Cruz Azul y Chivas ha tomado un rumbo inesperado. Aunque los cementeros enfrentan una millonaria cláusula por el defensa, un factor más poderoso podría inclinar la balanza a su favor: la decisión del propio jugador. El destino de Chiquete parece estar en sus manos; si él acepta la propuesta de unir fuerzas con La Máquina, la directiva del Rebaño podría tener poco margen de maniobra para retenerlo.
El deseo que mueve montañas
A pesar de que Chivas considera a Orozco como una de sus joyas más brillantes, los celestes están poniendo su mejor esfuerzo para convencer al jugador de que Cruz Azul es su futuro; lo que, según rumores, está dando resultados. Se dice que el zaguero ha mostrado interés por sumarse a las filas de La Máquina en 2025, un deseo que haría temblar los cimientos de la pólvora en Guadalajara. Para el Rebaño, la presión está sobre la mesa: tendrán que abrir la cartera y ofrecer algo más sustancial si quieren que Orozco se quede, ya que tanto el jugador como Cruz Azul están dispuestos a hacer de este un romance inminente.
La oferta que encendió la polémica
Sin embargo, la directiva de Chivas tiene otros planes en mente para el Clausura 2025, lo que les llevó a rechazar la reciente oferta de contaminación que lanzaron los cementeros por Chiquete. La propuesta, aunque tentadora, cayó como un balde de agua fría, ya que estaba muy por debajo de las expectativas del Rebaño. Los celestes ofrecieron 8 millones de dólares, mientras que Chivas espera una cifra cercana a 11 millones por su invaluable defensa.
Esta batalla fuera de la cancha está lejos de terminar. La pasión y el amor por el fútbol mexicano están en juego, y cada decisión podría ser un golazo o una derrota para ambos equipos. La pregunta que todos se hacen es: ¿quién se llevará finalmente la mejor estrella del espectáculo? El tiempo lo dirá, pero mientras tanto, el suspenso y la emoción están en su punto más alto.