La selección nacional de Nigeria se encuentra en una encrucijada tras la sorpresiva renuncia de Finidi George. El exjugador del Ajax, Real Betis y RCD Mallorca, que tomó las riendas del equipo en febrero tras reemplazar a José Peseiro, dimitió anoche después de una serie de resultados calamitosos de las ‘Súper Águilas’.
La sombra de un Mundial incierto
Las derrotas ante la República de Benín y Sudáfrica han dejado a Nigeria en una situación angustiosa, con la difícil tarea de remontar para asegurar su lugar en el Mundial 2026. Ahora, sin timonel al mando, la Federación Nigeriana de Fútbol (NFF) enfrenta el desafío de reencauzar una nave a la deriva. Y es aquí donde entra en escena Victor Osimhen, una de las estrellas del equipo, cuyo futuro es igualmente nebuloso mientras se debate entre permanecer en Nápoles o buscar nuevos horizontes.
Una polémica que estalla
Los roces entre Osimhen y Finidi alcanzaron su punto álgido. Según Finidi, Osimhen decidió no ser convocado, argumentando que algunos jugadores «deciden cuándo estar disponibles». Un comentario que refleja un ambiente de indisciplina y relajación en el vestuario, algo que Finidi atribuye también a la indulgencia de la NFF.
Pero Osimhen no tardó en responder. El delantero del Nápoles, lesionado, aseveró que siempre ha jugado con el corazón para su país y que llamó a Finidi inmediatamente después de su resonancia magnética. En un directo en Instagram, el atacante rompió su silencio: «Perdí todo el respeto y la admiración por el seleccionador. Publicaré los pantallazos de nuestras conversaciones. Le había pedido estar con el grupo para apoyarlo y me dijo que no, que me quedara con mi familia».
Relaciones quebradas y desconcierto
La relación entre Finidi y la NFF se deterioró aún más tras la derrota en Benín. Según medios locales, en una reciente reunión se barajó la posibilidad de contratar a un asesor técnico extranjero, algo que no sentó nada bien a Finidi, quien interpretó esta medida como una grave falta de confianza en su labor. Este incidente, sumado a la polémica con Osimhen, culminó en la dimisión del técnico.
Apoyos y críticas internas
El entorno futbolístico nigeriano ha reaccionado a la renuncia de Finidi. Peterside Idah, exportero y actual comentarista en Supersport, defendió la dimisión del exfutbolista: «Finidi sentía que la NFF ya no tenía fe en él. ¿De qué sirve quedarse si aquellos para quienes trabaja ya no ven su utilidad?».
Las críticas también han llovido sobre la idea de contratar a un técnico extranjero. El conocido crítico Harrison Jalla se unió al coro de detractores: «Es completamente absurdo e insensible hablar de contratar a un entrenador extranjero en la Nigeria actual, donde el gobierno federal está trabado en la negociación de un salario mínimo con el Congreso Laboral de Nigeria. Ningún entrenador, extranjero o local, puede triunfar bajo la actual estructura de gobierno del fútbol nigeriano».
Mientras Nigeria se encuentra en una encrucijada, el viento de la incertidumbre sopla con fuerza, amenazando con desmoronar los sueños mundialistas de una nación apasionada por el fútbol. ¿Será este el punto de inflexión que las ‘Súper Águilas’ necesitan o el principio de una crisis irreparable? Solo el tiempo dirá, pero lo que es seguro es que la emoción y la tensión están garantizadas.