Alan Barrionuevo, el héroe de Riestra, en SportsCenter: la preocupación antes del partido y qué le dijo su papá, hincha de River
En una jornada que quedará en la historia, Alan Barrionuevo se convirtió en un verdadero titán para Deportivo Riestra. Con nervios de acero y un corazón que latía más fuerte que el tambor de una murga, Barrionuevo se plantó en el campo y dejó todo. ¡Qué partido, señores! ¡Qué partido!
La charla previa: un momento de tensión y emoción
Antes del pitido inicial, el vestuario de Riestra era un hervidero de emociones. Se podía cortar el aire con un cuchillo. Alan, con su mirada fija y concentración absoluta, vivió uno de esos momentos que marcan un antes y un después en la vida de un futbolista. Fue entonces cuando recibió un mensaje de su viejo, un fiel hincha de River, quien le dijo: «Alan, hoy te convertís en héroe. ¡Dejate la vida en cada pelota, hijo!». Esas palabras retumbaron en su cabeza como un mantra.
Un partido que hizo rugir al estadio
El juego arrancó y desde el primer minuto Alan estuvo en todas. No hubo pelota dividida que no peleara, ni rival que no intentara frenar. Con un par de quites que recordaban al mejor Roberto Perfumo y una presencia en el área que asustaba más que un gol en contra sobre la hora, Barrionuevo fue elevando su nivel. ¡Qué manera de jugar al fútbol!
El momento culminante: el gol que lo cambió todo
Ya entrados en los minutos finales, cuando las piernas empiezan a pesar como plomo y la cancha se hace cuesta arriba, llegó el instante mágico. Un centro desde la derecha que cruzó todo el área y encontró la cabeza de Alan como un misil teledirigido. ¡Goooooooool! El grito fue ensordecedor, como una fiesta de Año Nuevo en pleno estadio. La hinchada enloqueció, y el héroe, con los brazos en alto, miró al cielo recordando las palabras de su papá.
La emoción del final y el abrazo con su viejo
Tras el pitido final, ya con la victoria asegurada, Barrionuevo corrió a las gradas donde su padre, como uno más del hinchada, lloraba de emoción. Ambos se fundieron en un abrazo tan fuerte que parecía que nunca se iban a soltar. «Te dije, hijo. ¡Te dije que hoy eras héroe!», le gritaba su papá mientras Alan, con lágrimas en los ojos, respondía con una sonrisa que decía todo sin decir nada.
Conclusión: una noche que quedará en la memoria
La jornada terminó y el nombre de Alan Barrionuevo quedó grabado a fuego en los corazones de los hinchas de Riestra. Un héroe que nació desde la pasión y la entrega total, como aquellos gladiadores que no temen dejarlo todo en la arena. ¡Aplausos y vítores para él! Sin duda, esta noche será una de esas que se contarán una y otra vez, entre anécdotas y recuerdos, en cada charla futbolera.
Deportivo Riestra encontró en Barrionuevo a un verdadero gigante. Y en cada hincha vibrará por siempre ese gol que llevó al equipo a la gloria. ¡Salud, campeón!