En un giro sorprendente de los acontecimientos en el fútbol peruano, Ricardo Bettocchi, administrador de Melgar, ha encendido la luz de alarma sobre un asunto que tanto hinchas como directivos del balompié nacional no pueden pasar por alto. La empresa 1190 Sports, que en 2023 llegó como el flamante dueño de los derechos de transmisión de la mayoría de los equipos de la Liga 1, les debe prácticamente todo el dinero correspondiente a los derechos de este año.
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1190 Sports: La gran promesa que no se cumplió
Desde su aterrizaje en el torneo peruano, 1190 Sports llegó rodeada de polémicas, similares a un gol anulado en el último minuto por el VAR. Esta empresa internacional había prometido cobrar un 20% más de lo que los equipos recibían previamente del Consorcio Fútbol Perú (GOLPERU). Sin embargo, a manera de jugada de último minuto, esas promesas parecen haberse quedado en solo intenciones y, en algunos casos, en papel.
El canal L1 MAX debía ser la vitrina por donde brillarían las estrellas del torneo local. Pero contrario al esperado espectáculo, lo que se está viendo es un pase a la incertidumbre y frustración. Bettocchi alza la voz y, con cierto dejo de ironía, pregunta por los contratos que nunca pudo ver. Sin pelos en la lengua, el administrador de Melgar afirma con contundencia que las respuestas de 1190 Sports son, en el mejor de los casos, evasivas.
Excusas, pero sin goles
Lo que debería ser una sinfonía de buen fútbol y beneficios financieros, se ha convertido en un concierto desafinado de excusas, tal como relata Bettocchi. «Nos dicen ‘discúlpame, entiendo tu posición’», pero al final, eso no llena las arcas de los clubes ni les permite planificar eficazmente para el futuro.
Esta situación contrasta marcadamente con los «buenos tiempos», cuando GOLPERU pagaba puntualmente cual reloj suizo. El atraso no es solo financiero, sino una peligrosa vuelta al pasado para los clubes que dependían de esos ingresos para seguir dándole fútbol a sus hinchas.
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La crisis que se cierne sobre la Liga 1
La incertidumbre no solo toca las puertas del estadio de Melgar. Otros actores claves del fútbol peruano, como Enrique Dupuy, han alzado la voz, describiendo un panorama que amenaza con ser más oscuro que una noche sin luna en Arequipa. Según Dupuy, el fondo que respaldaba a 1190 Sports, 777 Partners, ha quebrado, dejando a los clubes con un futuro incierto, con el riesgo de ver su economía caer más rápido que un delantero en el área rival buscando un penal.
Así, el fútbol peruano se encuentra en una encrucijada. Es como estar en el minuto 89, necesitando un gol para clasificarse, con la presión de miles de hinchas. La pelota está en la cancha y la resolución de esta maraña financiera será crucial para el destino de los clubes y sus fieles seguidores. Mientras tanto, los hinchas solo pueden aguardar con la misma esperanza que esperan un gol agónico de su delantero estrella.
