El estratega peruano Juan Reynoso, artífice del ansiado renacimiento del Cruz Azul, ha vuelto a prender su brújula hacia los campos del futbol mexicano. Su saga con el equipo celeste, que puso fin a décadas de sequía, es una hazaña que dejó a los aficionados al borde de sus asientos, y ahora, en un apasionado diálogo con Los Informantes, el técnico revela su ardiente deseo de regresar a la Liga MX. Aún sin tener una oferta firme en sus manos, su espíritu competitivo permanece insaciable, cual delantero que no se cansa de buscar el gol.
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Un regreso ilusionante
En sus propias palabras, Reynoso confiesa: «Estoy ilusionado, esperando opciones. Estoy pendiente del futbol mexicano, de la MLS, de los mercados que están próximos. Dios quiera se dé…» Este anhelo resonó como un balonazo al travesaño: potencia y precisión cargadas de esperanza.
Acercamientos discretos
Aunque los rumores vuelan más rápido que un centro al área, Reynoso se muestra reservado sobre las llamadas que ha recibido de algunos clubes mexicanos. «He tenido llamadas de equipos mexicanos, pero no voy a decir nombres…», comenta. Así, como un buen jugador en el contragolpe, Reynoso permanece cauteloso, esperando el momento adecuado para salir airoso.
Nostalgia de la competición
El técnico también saca a relucir su añoranza por la intensidad de la Liga MX. «Se extraña estar en la adrenalina de la liguilla, de los estadios llenos…», añade, recordando aquellos días cargados de tensión y expectativas, como quien recuerda los goles de último minuto que arrebatan los suspiros.
En resumen, Reynoso está listo para poner nuevamente los pies en el tapete verde de la liga mexicana, deseoso de encender otra vez la chispa que llevó a Cruz Azul a la gloria. Su retorno sería un capítulo más de una historia que continúa llenando las páginas de nuestro querido futbol con drama, emoción y pasión desenfrenada. ¿Volverá Juan Reynoso a vestir la casaca de director técnico en México? Sólo el tiempo lo dirá, pero mientras tanto, los aficionados mantienen sus ojos bien abiertos, pues cada movimiento podría ser el inicio de una nueva epopeya en el mundo del balompié.