Deportes Tolima sufrió una amarga derrota ante Deportivo Pereira este lunes, en lo que fue el emocionante cierre de la fecha 13 de la Liga Betplay 2024-II. Los Pijaos cedieron terreno tras caer 1-0, un gol que llegó cual golpe certero en el último suspiro, cortesía de Yesús Cabrera.
Polémica arbitral en el estadio Hernán Ramírez Villegas
El encuentro estuvo marcado por un arbitraje que dejó más sombras que luces. La intensa actuación de Liz Mair Suárez fue la protagonista de la noche. Yeisón Guzmán, en una jugada de lo más controvertida, vio la tarjeta roja directa, una decisión que encendió los ánimos y dejó al conjunto ibaguereño dando más vueltas que un trompo. La polémica no paró ahí; Marlon Torres se vio al borde de la expulsión, solo para que el VAR entrara en escena y corrigiera el error, tornando la roja en amarillo.
Las declaraciones de un técnico enardecido
David González, técnico del Tolima, no se mordió la lengua. Sus palabras fueron tan intensas como un clásico del fútbol colombiano: «Claro que el árbitro influye en el resultado, y nos deja tambaleando al obligarnos a jugar con 10 hombres durante un trecho largo del partido. Todo el trabajo se vino abajo». Y no paró ahí, llevando la crítica a las alturas: “Nos ponen un árbitro cuyo nombre ni siquiera puedo pronunciar, ¡primera vez que lo veo pitando!”.
La resiliencia y actitud del Deporte Tolima
El Tolima mostró gallardía y aguante; no se doblegó ante el embate. A pesar de los contratiempos, mantuvieron la tensión defensiva, reagrupándose en un medio bloque que frenó, en más de una ocasión, el asedio del Pereira. «Hemos atravesado un mar de dificultades esta temporada, como el llanero sobre su caballo en la sabana, y esto solo nos hará más fuertes,» aseveró González.
El arbitraje en el FPC bajo la lupa
Los errores arbitrales, según González, pueden mermar el brillo del Fútbol Profesional Colombiano: «Decisiones como las de hoy pueden ser el chispazo que incendie el estadio. Los jueces parecen timoratos, pitando bajo una constante presión, sin percatarse del huracán de emociones que despliegan. Hay que echar un ojo crítico al arbitraje en este país”.
En un juego que pintaba para leyenda, Tolima no solo enfrentó a once rivales, sino también las complicaciones del arbitraje. Mientras se preparan para futuros desafíos, el espíritu del equipo se forja en el crisol de la adversidad, listo para enfrentar cualquier reto que se presente en el horizonte del fútbol colombiano.
