Javier Cortés: del césped de la Liga MX a la tierra prometida del Olimpo United
Javier Cortés, un nombre que resuena como un eco en las gradas del fútbol mexicano, ha encontrado un nuevo hogar tras un recorrido lleno de altibajos por el fútbol. Con 35 años y una trayectoria que incluye hitos memorables, como su debut en 2008 con los Pumas de la UNAM y dos títulos de Liga MX, el mediocampista ha vuelto a robarse las miradas al unirse al Olimpo United para el segundo split de la Américas Kings League.
El regreso del guerrero
Cortés, quien en su momento fue un diamante codiciado por Chivas, vivió días de gloria en el Pedregal, donde incluso formó parte del equipo olímpico mexicano que se alzó con el oro en Londres 2012, siendo un artífice crucial al marcar en la semifinal contra Japón. Sin embargo, como en todo cuento, llegó el capítulo gris cuando una lesión grave en la rodilla lo apartó del radar de la Liga MX.
El camino de la talacha
El fútbol puede ser un camino escabroso. Tras su paso por el Atlético de San Luis, Cortés no halló lugar en la elite del balompié mexicano, llevándolo a buscar suerte en la «talacha», el semillero de los guerreros olvidados. No obstante, con el espíritu inquebrantable de un jaguar en la selva, entre tacos al pastor y equipos amateurs como el Fundación Santa Rosa FC, nuestro protagonista nunca dejó de patear el balón. Hasta que los Armadillos Barrón lo recogieron en su liga Interestatal.
Un nuevo capítulo con el Olimpo United
Gracias a la intervención de figuras del Olimpo United, Cortés finalmente ha encontrado su nueva arena, el templo donde demostrar que las luces de su carrera todavía brillan. Toma el estandarte de «jugador número 12» y se une a las filas de Chicharito, generando ondas de emoción entre los seguidores del equipo.
Buscando la gloria
El Olimpo United, antiguo campeón y orgullo de América en la Kings World Cup, no solo ha ganado su primer partido con Cortés, sino que aspira a algo más grande. Bajo la guía de Oribe Peralta y Alejandro Castro, este equipo busca no solo levantar el trofeo, sino dejar una huella indeleble en la historia de la competencia.
Hoy, más que nunca, este capítulo promete ser una historia épica digna de un mito griego, donde el renacimiento de Cortés en el mundo del fútbol retumba como el canto del gallo anunciando un nuevo amanecer.