¡Vibrante noche en Mendoza! Salomón Rodríguez se afianzó como héroe del pueblo en el verde césped del estadio, donde un electrizante partido de Godoy Cruz dejó a los hinchas al borde de la explosión emocional. ¡El delantero uruguayo metió su quinto tanto en el Torneo de la Liga y el estadio se vino abajo de la emoción!
Un Gol para la Historia
Como si estuviera destinado a ser el prócer canalizador del éxtasis futbolero mendocino, Salomón aprovechó una jugada de laboratorio que dejó a los defensores petrificados como estatuas de sal. Corría el minuto 74 cuando un centro quirúrgico de la banda derecha lo encontró surcando el área como una flecha. Con la precisión de un reloj suizo, cabeceó el balón con tal vehemencia que dejó al arquero rival clavado al piso, sin poder creerlo. ¡BOOM! El esférico entró de lleno y la hinchada se rompió en gritos de euforia.
El Rugido del Tomba
La hinchada de Godoy Cruz vibró con una intensidad arrolladora que hizo eco hasta en las montañas cercanas. En ese momento, el estadio parecía un pentagrama donde miles de voces componían una sinfonía de aliento y emoción.
- Rodríguez, con esta actuación, no solo suma goles, sino que se mete en el corazón del club como un gladiador incansable.
- Su instinto depredador en el área sigue siendo su mejor arma, y no planea guardarla en ningún cajón pronto.
El Camino del Goleador
Este tanto no es un episodio aislado en la carrera del delantero. Es una pieza más en el rompecabezas de la leyenda que está forjando en el club. Con cada gol, Salomón sigue subiendo peldaños hacia el firmamento de los grandes artilleros del torneo.
Porque cuando la pelota está a sus pies, basta un pestañeo y ¡zas! Se transforma en un relámpago que ilumina la noche mendocina. ¡Salomón, el artillero que no para de sumar!