En un vibrante duelo que dejó a los fanáticos al borde de sus asientos, Millonarios salió airoso en la más reciente edición del clásico añejo, superando por 1-0 al Deportivo Cali en el legendario estadio Palmaseca, en un encuentro correspondiente a la fecha 13 de la Liga Betplay 2024-II. El héroe del día fue Leonardo Castro, quien con un gol de cabeza hizo estallar de alegría a la hinchada embajadora.
Un inicio de partido prometedor
Desde el pitazo inicial, el equipo bogotano mostró hambre de triunfo. Antes de que el reloj marcara los 15 minutos, una jugada llena de voluntad y destreza se tejió en el campo. Jhon Emerson Córdoba le puso alma, corazón y vida, peleando la pelota como si de un tesoro se tratara, para luego sacar un centro preciso que encontró a Leonardo Castro. Este último, con un cabezazo lleno de poesía, envió el balón al fondo de la red, desatando la fiesta en la tribuna visitante.
El Cali busca el empate
Pero no todo fue color de rosa para Millonarios, el Deportivo Cali, herido en su orgullo, tuvo la oportunidad de revertir las cosas. En una emocionante jugada, Freddy Montero se infiltró en el área de manera peligrosa. En su primer intento, el arquero Álvaro Montero repelió el balón, pero el destino le dio una segunda oportunidad al azucarero, cuyo disparo con la zurda terminó manso en las manos del meta embajador.
Segundo tiempo de infarto
Ya en la segunda mitad, el conjunto caleño no bajó los brazos. Al minuto 62, José Caldera casi cambia la historia tras recibir un servicio de Kelvin Osorio, sin embargo, su remate voló apenas por encima del travesaño. Millonarios, aferrado a su ventaja, tuvo su respuesta en las botas de Neyser Villarreal, quien dentro del área desató un potente derechazo que obligó a Gastón Guruceaga a lucirse bajo los tres palos.
A contracorriente, Millonarios resiste
Las cosas se complicaron para los capitalinos cuando Sergio Mosquera vio la roja después de provocar a Wilmar Roldán, dejando a su equipo con un hombre menos. El Deportivo Cali olió sangre y al minuto 81 buscó el empate a través de Cristián Colman, pero su cabezazo careció de precisión y el balón se perdió en las nubes.
Con el reloj marcando 84 minutos, Villarreal tuvo en sus pies la sentencia del partido al rematar de zurda, un disparo que, como un suspiro, pasó cerca del objetivo resguardado por Guruceaga.
En este partido de vida o muerte, Millonarios demostró que su garra y pasión son su sello, manteniendo la diferencia y llevándose a casa tres puntos vitales que alimentan sus aspiraciones en el campeonato.