En la apasionante pero tensa atmósfera del estadio Atanasio Girardot, el partido entre el mítico Atlético Nacional y el aguerrido Junior se convirtió en una verdadera novela de suspenso. Hasta el minuto 53, los verdolagas mantenían el marcador a su favor con un elegante 2-0, pero el destino tenía otros planes. El choque se suspendió de forma abrupta debido a la falta de garantías, con desmanes protagonizados por las hinchadas. Como resultado, el Comité Disciplinario de la Dimayor ha dictado su veredicto, inclinando la balanza hacia el lado del Junior y dejando al verde sin aliento y con las manos vacías.
Atlético Nacional: Una sanción que duele más que un gol en el último minuto
A través del boletín oficial de sanciones, la Dimayor ha confirmado que Atlético Nacional pierde los tres puntos que brillaban en su marcador aquella noche. Además, enfrenta una considerable multa de 26 millones de pesos. Un revés que se siente como un gol en contra en tiempo de descuento para los hinchas verdolagas. Además, el Atanasio Girardot ve sus puertas cerradas por seis fechas, acompañado de una multa adicional de 14.300.000 pesos. Esta medida deja al equipo cafetero noqueado, como el puñetazo certero de un boxeador.
Junior de Barranquilla: Triunfo agridulce en medio de la tormenta
Por su parte, el Junior celebra esos tres puntos que llegan cual regalo inesperado, pero no sale ileso del todo. Las acciones de parte de su hinchada también capturaron la atención del comité, resultando en una sanción de seis fechas para las tribunas norte y occidental, tanto en su parte alta como baja, y una multa de 13 millones de pesos. El “tiburón” nada en aguas turbulentas, marcando su camino con sanciones que esperan no ahogar su desempeño en el torneo.
El árbitro: Una declaración que destapa la olla
El relato del árbitro central, Nolberto Ararat, pinta un cuadro claro de la situación caótica: «Enfrentamiento entre hinchas de la barra local y visitante que se encontraban en el sector noroccidental alta… el incidente continuó y se trasladó». Su informe retrata una noche de caos que imposibilitó seguir adelante, describiendo un ambiente donde las decisiones fluyeron más rápido que un contragolpe bien ejecutado.
A pesar de los intentos del Atlético Nacional por disminuir el impacto con recursos de reposición, las sanciones pegó más duro que una derrota en casa. La cuenta final, que supera los 40 millones en sanciones, deja a Nacional con una lección difícil de digerir y con la tarea de recomponer su camino en el campeonato.