En una noche que prometía ser una fiesta futbolera, Millonarios no logró encender la chispa de la victoria, terminando con un empate sin goles ante el Atlético Bucaramanga en el enfrentamiento de ida por los octavos de final de la Copa BetPlay Dimayor. Este martes, 1 de octubre, el gramado del estadio El Campín se convirtió en el escenario de un duelo táctico que dejó a la afición con sabor agridulce.
La fiel hinchada embajadora, esperanzada en que su equipo sacase ventaja en esta reñida llave de Copa, manifestó su insatisfacción a través de rechiflas. Leonardo Castro, claramente molesto, mostró su disconformidad con la respuesta de los seguidores.
La respuesta del técnico Gamero
Alberto Gamero, siempre franco y directo, fue tajante al referirse al descontento de los fanáticos albiazules. «Nunca voy a estar en contra de lo que la hinchada haga. Nosotros debemos labrar esos aplausos con resultados. La confianza se construye a punta de victorias. Estamos en la lucha por la Liga y la Copa, porque queremos regalar sonrisas a nuestra hinchada», afirmó el estratega samario, con la templanza y claridad que lo caracterizan.
Consciente de las críticas, Gamero continuó: «Acepto las críticas y entiendo que la gente esté inconforme con el rendimiento. Nos esforzamos por mejorar y jugar mejor, aunque al frente hay rivales que también vienen con todo contra Millonarios. No dejamos nunca de buscar ganar y jugar de manera vistosa.»
Análisis del empate ante Bucaramanga
Gamero desmenuzó el cuerpo del partido, explicando la táctica adoptada. «La estructura del inicio estaba clara: ellos formaron con tres centrales y nosotros respondimos igual. Apostamos por un equipo más ofensivo para quedar mano a mano, sabíamos que ganaríamos duelos por las bandas», detalló, refiriéndose a un primer tiempo que fue más una batalla de choque y resistencia que de fútbol fluido. Con el paso de los minutos, el equipo fue encontrando su mejor cara, liberando a los extremos y controlando mejor el partido.
Las carencias en el Campín
La confesión de lo que faltó no se hizo esperar: «Necesitábamos más claridad, control del balón y ganar los duelos. En la primera mitad nos faltó esa chispa para tener el balón; en el segundo tiempo, las cosas mejoraron un poco, pero se trató de un partido enredado. Al final, el equipo se mostró más claro y eficiente. La sensación que nos llevamos es que terminamos encontrando el camino», concluyó Gamero, dejando abiertas las puertas para lo que promete ser un emocionante partido de vuelta.
Millonarios continuará su travesía en el torneo buscando ajustar esos pequeños detalles que, sumados, hacen la gran diferencia en el electrizante mundo del fútbol. Los hinchas esperan que su equipo encienda la mecha de la victoria en la revancha.