Diego Martínez, el estratega del Tigre de Victoria, no pudo ocultar su frustración tras la caída ante Independiente. La bronca le brotaba por los poros al término del partido: «¡Perder con una pelota parada, la concha de la lora!», se le escuchó decir en el túnel. Pero, fiel a su estilo, ya piensa en el próximo desafío: River Plate, nada menos.
El gol que dolió como una piña
La jugada del gol de Independiente fue como un cuchillo en el corazón para Martínez y su equipo. Un córner al minuto 87, un cabezazo letal de los de Avellaneda, y chau partido. Martínez no se lo podía creer. «Lo trabajamos mil veces, lo ensayamos como si fuera un tango, y así y todo…», comentó con una mezcla de frustración y desazón.
El gol fue polémico, la hinchada estalló en una mezcla de furia y desilusión, y la atmósfera en el estadio se volvió densa, como un mate lavado. La impotencia se apoderó del equipo, que dejó el alma en la cancha pero se fue con las manos vacías.
El cambio de chip: River Plate en el horizonte
Sin embargo, en el fútbol siempre hay revancha, y el Tigre deberá levantar la cabeza rápido porque se viene un duelo picante contra River. «Contra River no podés pestañear ni un segundo», afirmó Martínez en conferencia de prensa. Ya sabemos que el Millonario es como un toro en el coso, y Diego y sus muchachos tendrán que estar más finos que nunca.
El equipo se rearma
Martínez se centrará en ajustar las piezas del rompecabezas. El mediocampo debe ser una fortaleza, y la defensa, un muro infranqueable. «Vamos a salir a la cancha con cuchillo entre los dientes», prometió el DT, haciendo alusión a esa garra y pasión que tanto caracterizan al fútbol argentino.
- Jugada clave: Analizar el cabezazo y trabajar en la marca personal.
- Estrategia: Velocidad en las transiciones y contención en la mitad de la cancha.
- Objetivo: Ser imbatibles en el Monumental.
El ánimo del plantel
El vestuario está dolido pero con ganas de revancha. «Este grupo tiene corazón, tiene aguante. Contra River, vamos a dejar hasta la última gota de sudor», dijo el capitán antes de finalizar la práctica. Los jugadores, como guerreros antes de la batalla, saben que cada minuto cuenta, y que el Monumental será una auténtica caldera.
El hincha, el alma del equipo
Sabemos que la hinchada es el décimo segundo jugador, y en Victoria, los corazones laten al unísono por su equipo. «Vamos Tigre, vamos a ganar, que esta hinchada no te deja de alentar!», se escucha en cada rincón del barrio. La pasión de los hinchas será el motor que impulse a Martínez y sus hombres a buscar la tan ansiada victoria frente al gigante de Núñez.
¡Se viene un partidazo! ¡Prepárate, Tigre, que el próximo domingo se juega con el alma!