El partido anoche fue una auténtica montaña rusa de emociones. ¡Qué partidazo vimos en Monumental! River Plate logró dar vuelta un partido vibrante ante Atlético Tucumán, con un Miguel Borja imparable. Pero el verdadero protagonista de la jornada fue el VAR, que tuvo más acción que un sábado en la Bombonera.
Un arranque con sabor amargo
Todo comenzó con un Atlético Tucumán que hizo temblar las tribunas del Monumental. Al minuto 15, apareció la primera chispa del partido: un golazo de Carrera, que dejó a Armani clavado como una estatua de mármol. Los jugadores de Atlético se abrazaban como si hubieran ganado la final de la Libertadores. Y así, con el marcador 1-0, arrancaba la lucha para el Millonario.
El VAR al rescate
Al minuto 30, la cosa se puso calentita. Borja cae en el área tucumana y el árbitro, después de consultar con el VAR, marca la pena máxima. ¡La hinchada explotó como si fuera un gol en el último minuto! Eso sí, Borja no falló y puso el 1-1. La tensión se podía cortar con un cuchillo; el partido seguía abierto y lleno de sorpresas.
Borja, el héroe inesperado
Pasado el entretiempo, River salió con todo al campo, como un león herido buscando revancha. Fue entonces cuando Borja, mostrando su olfato goleador, conecta un cabezazo que besa la red y pone el 2-1. ¡El Monumental se vino abajo! La hinchada cantaba y saltaba en una fiesta que parecía no acabar.
Una victoria para el recuerdo
El final del partido fue un frenesí. Atlético Tucumán intentó igualar, pero Armani y la defensa riverplatense se hicieron gigantes como un coloso en el área. No había forma de romper esa muralla. Al pitazo final, el estadio era un mar de alegría y festejos; River había logrado una victoria que sabe a gloria.
¡Así se vivió una de esas noches mágicas en el Monumental! Con un Borja imparable y un VAR protagonista, River Plate se llevó tres puntos vitales. Este triunfo no solo deja al equipo bien parado en la tabla, sino que también reaviva la pasión inagotable de sus hinchas. ¡Vamos River!