Las redes sociales están que arden: Jersson González se va para Estados Unidos a trabajar con la ‘Academia Deportivo Cali USA’ como uno de los entrenadores en la formación. Este movimiento ha sacudido a los fanáticos del fútbol en el país, especialmente a los seguidores del América de Cali, donde Jersson dejó su huella como jugador. La reacción de los hinchas escarlatas no se hizo esperar, y las críticas llovieron por su decisión de colaborar con el eterno rival.
“Hablemos claro: las redes sociales son una selva, todo el mundo tiene algo que decir», respondió González a sus críticos de manera directa y sin pelos en la lengua. «Al hincha del América, le digo: Venga y manténgame. Págueme las tarjetas, la casa, el carro y yo me quedo en mi casa.”
La polémica y el claro mensaje de Jersson
Los hinchas del Deportivo Cali también tuvieron su dosis de mensajes contundentes. González no se guardó nada: “Yo estoy aquí para trabajar, no para robar ni tratar mal a nadie. Pongo a disposición mi conocimiento y la preparación que he tenido a lo largo de mi vida futbolística. Nos exigen más a nosotros que a un presidente.» Un punto fuerte y claro que invita a la reflexión.
Una respuesta que retumba
“Yo no vi a ningún hincha de América llevándome una libra de arroz a la casa,” añadió Jersson, demostrando que su determinación y compromiso profesional están por encima de las pasiones desbordadas de las redes sociales.
González se embarca en esta nueva aventura en suelo estadounidense con la misión de formar futuras estrellas del balompié. En un entorno digital donde la crítica es la «moneda corriente», su respuesta es un recordatorio de que el fútbol, más allá de la rivalidad, es también una profesión que requiere sustento y compromiso.
Las palabras de Jersson no son solo un tirón de orejas a los hinchas apasionados, sino una invitación a entender que detrás del deportista hay una persona que vive de su trabajo. A su manera, Jersson imparte una lección valiosa sobre la humanidad y profesionalismo en el fútbol.