Ángel Cuéllar (Badajoz, 1972) y su tumultuosa segunda etapa en el Betis lo llevaron a alejarse de Sevilla y de los terrenos de juego. «Pierdo la ilusión por jugar, me quito del medio y me voy a Barcelona», confiesa el exjugador en una charla íntima. Fue una conversación con Pep Guardiola, compañero en el Barça, lo que lo rescató del abismo futbolístico. Sin embargo, su intento por volver a la élite con el Alavés terminó siendo «la mayor cagada» de su carrera.
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«Es difícil de olvidar», admite Cuéllar con sinceridad y serenidad, un futbolista que fue ansiado por Cruyff para el ‘Dream Team’ del Barça y también pretendido por el Real Madrid. «Ramón Mendoza me quería en el Madrid, pero Valdano no apostó tanto. Y Lopera, que tenía cosas con Mendoza, quería que fuera al Madrid, pero yo prefería el Barça», reconoce el exjugador, quien también pasó por equipos como Levante, Nàstic y Lugo. Este verano ha sido especialmente duro para él, ya que perdió a sus padres con solo veinte días de diferencia.
El Betis en el Bernabéu: Impresiones de Ángel Cuéllar
Cuéllar analiza con detalle el reciente partido del Betis en el Bernabéu: «Creo que el Betis sufrió más castigo del que merecía. Los primeros veinte minutos fueron los mejores de la temporada. Si siguen esa línea, sumarán más puntos de tres en tres y garantizarán su presencia en Europa», asegura.
Opiniones sobre Pablo Fornals y Mbappé
Cuéllar también comenta las palabras de Pablo Fornals tras un enfrentamiento contra Mbappé: «Entiendo que Fornals quiere que se valoren las cosas buenas que hizo su equipo hasta el minuto 60. El taconazo de Valverde no fue necesariamente para Mbappé, es mi apreciación.»
Un debut para el recuerdo
Ángel Cuéllar rememora su debut en el Betis, con tan solo 18 años en 1990: «No pensaba que iba a debutar. José Luis Romero confió en mí cuando el Betis atravesaba una difícil situación económica y deportiva. Ese debut fue inesperado pero crucial para asentar el equipo en Primera División.»
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Temporada estelar en el 94-95
La temporada 94-95 fue la cúspide de su carrera: «Con Serra Ferrer hicimos un equipo muy sólido. Marqué 14 goles en liga y varios más en Copa, y eso me permitió recalar en el ‘Dream Team’ de Johan Cruyff, a pesar del interés del Real Madrid.»
Llamada inesperada del Barça
Una anécdota divertida marcó su fichaje por el Barça: «Íbamos a la boda de un compañero cuando recibí una llamada de José Luis Núñez, el presidente del Barça, diciéndome que pagarían mi cláusula. Fue un momento surrealista.»
«Ramón Mendoza quería que fuera al Madrid, pero Valdano no apostó. Yo prefería el Barça, era el ‘Dream Team’ y Johan Cruyff apostó más por mí».
Lesión que cambió todo
Cuéllar se lesionó gravemente en su debut con el Barça en 1995: «Me rompí el cruzado y el menisco a los 40 minutos del primer partido. Fue un momento decisivo en mi carrera.»
El vestuario del Barça y Robson
Recuerda el vestuario del Barça con nombres emblemáticos como Guardiola, De la Peña, Prosinecki y Luis Enrique: «Luis Enrique decía que fue la mejor plantilla del Barça. Sin embargo, mi relación con Bobby Robson fue complicada y me faltó madurez para manejar la situación.»
Vuelta al Betis y problemas con Lopera
Cuéllar regresó al Betis, pero enfrentó problemas con Lopera, quien lo despidió por «bajo rendimiento voluntario»: «Fue un proceso legal largo, pero el Tribunal Supremo me dio la razón. No guardo rencor a Lopera; simplemente quiero seguir adelante.»
Recuperando la ilusión gracias a Guardiola
Después de alejarse del fútbol, fue Pep Guardiola quien lo animó a volver: «Guardiola me presentó a Emili Ricart y empecé a entrenar con él, lo que me devolvió la ilusión por jugar.»
Una llamada de atención: El Alavés
Su intento por reengancharse a la élite con el Alavés no se concretó: «Estiré la cuerda demasiado, pidiendo tres años en lugar de aceptar dos con uno opcional. Fue un error enorme.»
«Estiré la cuerda de más con el Alavés es la mayor cagada de mi carrera.»
Final de carrera y transición a los banquillos
Cuéllar terminó su carrera en equipos más modestos como el Lugo y el Narón, antes de pasar a los banquillos: «La vida como entrenador es de todo menos estable, pero todavía no descarto volver si surge el proyecto adecuado.»
Pérdida de sus padres y apoyo psicológico
Este verano ha sido particularmente difícil para él: «Perdí a mis padres en un lapso de veinte días. Trabajo con mi psicóloga, Elvira, para mantenerme fuerte. Uno necesita compartir sus sentimientos, y yo encontré liberación al hacerlo públicamente.»
Cuéllar demuestra ser un jugador con un recorrido único, lleno de altos y bajos, y con una visión clara de lo que quiere para el futuro.
