Después de largos años de anticipación, el día finalmente llegó: Kylian Mbappé es jugador del Real Madrid. Desde el anuncio de su fichaje, el debate sobre su adaptación ha sido incesante. ¿Cómo encajaría en los esquemas de Ancelotti? ¿Quién perdería su lugar en el once inicial? ¿Cómo se movería Mbappé como delantero neto y no desde la banda izquierda? Además, había dudas sobre su integración en un vestuario rebosante de estrellas de renombre y experiencia.
El pasado domingo, en el duelo Real Madrid-Betis, Mbappé y Vinicius dieron una lección de compañerismo y normalidad. En un ejemplo perfecto de juego en equipo, Vinicius cedió a Mbappé la oportunidad de ejecutar un penalti, después de que Mbappé hiciera lo propio en el enfrentamiento contra Las Palmas. Al finalizar el partido, Mbappé declaró en un perfecto español que su ansiedad no se debía a los goles, sino a adaptarse rápidamente al equipo.
Una Caída de Pie en el Real Madrid
Kylian engañó todos los presagios y cayó de pie en el Real Madrid. Desde el primer momento, ya tenía aliados en Camavinga y Tchouameni. Además, su relación con Vinicius comenzó antes de su llegada, pues el brasileño no dejaba de animarle a unirse al club madridista.
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Nace para el fútbol, puro talento innatoEn la actualidad, pocos dudarán de que el astro francés podría ser el mejor jugador del mundo. Sin embargo, aquel cartel de «estrellita» y un ego inflado, tan criticado por muchos, le queda tan lejos como un balón perdido en la grada.
Trabajo y Normalidad Dentro y Fuera del Campo
Mbappé se distingue no sólo por su brillantez en el campo, sino también por su humildad fuera de él. Se esfuerza por mantener un perfil bajo, trata a todos sus compañeros de igual a igual y es modelo de profesionalismo y normalidad. Este carácter profesional ha sido evidente desde su etapa en el PSG.
Para entender mejor su enfoque modesto, habría que volver a sus raíces en Bondy, una localidad en las afueras de París. Su padre, Wilfried Mbappé, estuvo siempre vinculado al fútbol, y su madre, Fayza Lamari, fue jugadora de balonmano en la primera división francesa. Esta mezcla de disciplina y humildad ha forjado la personalidad de Kylian.
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El vestuario del PSG le conocía cariñosamente como Kiki, y su amistad con Dembélé, compañero en la selección, lo llevó a asistir juntos a eventos como el festival de cine de Cannes. Durante su tiempo en París, fue un compañero ejemplar según exjugadores como Edinson Cavani y Manuel Ugarte. Además, hizo una gran conexión con jugadores latinos, como Ángel Di María y Leandro Paredes, hasta el punto que su acento argentino se viralizó durante su presentación con el Real Madrid.
Incluso Lionel Messi, con quien compartió vestuario en el PSG, hablaba maravillas de Mbappé, destacando la gran relación que mantenían. El francés llegó a declarar que una de las razones por las que permaneció en París fue no perder la oportunidad de jugar junto al astro argentino.
Disciplina y Pasión por el Fútbol
Mbappé es un apasionado del fútbol desde su infancia. Solía dormir con un balón y su habitación estaba forrada con pósters de Zidane y Ronaldo. Su seriedad hacia la profesión llegó a tal punto que, bajo la dirección de Mauricio Pochettino, era el primero en llegar y el último en irse de los entrenamientos. Pasaba las tardes viendo partidos y enviaba análisis a sus técnicos, mostrando un deseo insaciable de aprender y mejorar, incluso siendo ya uno de los mejores.
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Lejos del brillo y el glamour, Mbappé prefiere pasar desapercibido y mantener una imagen modesta. No le gusta alardear de su riqueza y evita la ostentación en sus redes sociales. Opta por representar marcas que se alineen con sus valores, gracias al trabajo meticuloso de su abogada, Delphine Verheyden.
En resumen, Kylian Mbappé no solo es una estrella en el campo, sino también un modelo de humildad y profesionalismo fuera de él. A medida que se integra al Real Madrid, sus compañeros ya saben que no están simplemente ante un prodigio del fútbol, sino ante uno más de la familia.
