Todo parece indicar que la Selección Mexicana quiere terminar con los famosos partidos moleros. Desde la Federación Mexicana de Futbol (FMF) han decidido que ya es hora de poner fin a estos encuentros mediocres en Estados Unidos y dar un giro radical en la forma en que se organizan los partidos amistosos del Tricolor. Esta nueva administración promete una revolución en la planificación de los juegos.
De acuerdo con Rubén Rodríguez a través de su columna, el plan de la Federación se proyecta para después del 2028. Indica que la FMF y la Selección Mexicana planean organizar los partidos en Estados Unidos sin depender de terceros. Así que, prepárense, porque este cambio podría hacer que el Tri tome las riendas de su propio destino.
Adiós a Soccer United Marketing (SUM)
La idea es no renovar el contrato con Soccer United Marketing (SUM), la empresa encargada actualmente de llevar a cabo los partidos de México en territorio estadounidense. Este movimiento podría poner punto final a esos partidos masivos contra selecciones de bajo nivel, que con frecuencia se juegan solo para satisfacer a la empresa organizadora.
En caso de que la Federación decida renovar con SUM, se planean modificaciones significativas. Se busca que la Selección Mexicana se convierta en la dueña total de su producto, maximizando tanto las ganancias económicas como los beneficios deportivos. La nueva administración de la FMF está firmemente decidida a ser la que se lleve la mayor parte del pastel.
Brandon Gayle y el cambio de rumbo
Según informaciones, Brandon Gayle, quien ocupa el puesto de Chief Commercial Officer en la FMF, está detrás de esta innovadora propuesta. Su visión es llevar a cabo los partidos de la Selección Mexicana en Estados Unidos de forma directa, eliminando a SUM del proceso organizativo. Este cambio podría ser el golpe de timón que necesita el Tri para elevar su nivel.
Las cifras detrás del cambio
Actualmente, el acuerdo con SUM implica una estructura económica robusta para la FMF. Estos contratos significan alrededor de tres millones de dólares por partido, lo que equivale a aproximadamente 60 millones de dólares por ciclo mundialista. Sin embargo, con la nueva estrategia que se plantea a partir de 2028, se espera duplicar o incluso triplicar esa cifra. ¿Cómo? Eliminando intermediarios y permitiendo que SUM solo se encargue de la renta de los estadios, que ellos manejan en su mayoría en Estados Unidos.
Así que, queridos aficionados, parece que la Selección Mexicana está lista para dar un paso gigantesco hacia adelante. Con una nueva administración y un enfoque renovado, los partidos moleros podrían ser cosa del pasado, y el Tricolor podría estar listo para enfrentar desafíos más grandes y emocionantes. ¡El futuro pinta prometedor para el fútbol mexicano!