¡Vení, vení, cantalo conmigo! Hoy tenemos una noticia que nos alegra el corazón a todos los hinchas de Boca: ¡Sergio ‘Chiquito’ Romero está al 100!
Ayer, después de un sustito que nos dejó con el alma en un hilo, Chiquito Romero se sometió a una serie de estudios médicos para descartar cualquier problema en su hombro, esa arma secreta que nos defiende como un murallón. ¡Y qué alegría, gente! ¡No hay lesión!
Una tarde de miedo y esperanza
Todo pasó en un entrenamiento; el cielo estaba nublado, y el viento soplaba como presagio de malas noticias. Chiquito, nuestro guardián bajo los tres palos, tuvo un gesto de dolor que nos hizo temer lo peor. Pero este arquero es más duro que un quebracho y, después de una rápida evaluación en la clínica, se confirmó que solo fue un susto.
¡El Gladiador Azul y Oro está intacto!
¡Quién pudiera ponerse en los guantes de Romero y sentir esa fuerza inesperada! Como si fuera una de esas historias épicas que contábamos en el potrero, Chiquito regresó al entrenamiento con una sonrisa de oreja a oreja y ese brillo en los ojos que solo los grandes tienen cuando saben que pueden seguir adelante.
El equipo, el cuerpo técnico y los hinchas: todos festejan
La noticia corrió como reguero de pólvora. Desde los vestuarios hasta las tribunas, pasando por la Bombonera entera y esa fiel hinchada que late fuerte en cada rincón del país, todos respiramos aliviados. ¡Chiquito, está entero y listo para seguir siendo el titán que necesitamos!
El corazón de Boca sigue latiendo fuerte
No solo evitamos una baja sensible, sino que también volvemos a confiar en que, pase lo que pase, nuestro arco está bien defendido. Romero tiene ese no sé qué, ese je ne sais quoi, que lo convierte en un verdadero ídolo. Y ahora, con esta noticia, se confirma que su lugar es, sin duda, en la historia grande de Boca.
Ahora, queridos fanáticos, preparemos las gargantas, porque con Chiquito en la cancha, los goles del rival van a ser tan raros como encontrar una aguja en un pajar. ¡Vamos, Boca, que seguimos con esta garra y corazón!
¡Boom, boom, boom! Así late el corazón xeneize. ¡Vamos, Chiquito, que el azul y oro te necesita más que nunca!