Rodrigo Aliendro, el hombre de la ilusión «millonaria», vivió una auténtica pesadilla en el Monumental. En un abrir y cerrar de ojos, la mala fortuna lo golpeó como un rayo en medio de la tormenta futbolística: jugó menos de 10 minutos contra Newell’s y tuvo que abandonar el campo por lesión. ¡Una verdadera calamidad para River!
Un arranque con todo
El encuentro había comenzado con altas expectativas para el volante «millonario». En el reluciente verde del Monumental, Aliendro se desplegaba como un felino al acecho, mostrando destellos de su calidad. River Plate dominaba el balón con una danza hipnótica, mientras los hinchas vibraban al ritmo del juego.
El destino que se interpuso
Sin embargo, el destino tenía otros planes. Apenas habían pasado 10 minutos desde su ingreso al campo cuando, en una jugada en la que disputó un balón dividido, Aliendro cayó al césped cual árbol derribado por una tormenta. ¡Bam! El volante quedó tendido, con gestos de dolor evidentes. Los corazones «millonarios» se detuvieron por un segundo eterno, esperando que no fuera nada grave.
Lo inevitable
El cuerpo médico asistió rápidamente al jugador, pero la mala noticia no tardó en llegar. ¡Confirmado! Aliendro no podía continuar. Marcelo Gallardo, consciente de los problemas que esto representaba, tuvo que mover sus fichas de inmediato. La imagen de Aliendro saliendo del campo apoyado en los médicos fue un golpe bajo para el equipo y para toda la hinchada.
River, a recomponerse
River no tuvo más remedio que rearmarse sin su pieza clave. La escuadra «millonaria», que buscaba mantener su ventaja en el campeonato, no dejó de batallar pese al infortunio. A pesar de su salida, el equipo continuó demostrando garra y pasión, en una noche donde el destino mostró su lado más cruel.
La esperanza nunca muere
Este desafortunado episodio deja a los «millonarios» con un sabor amargo, pero con la certeza de que se levantarán. Así es el fútbol, un campo de batalla lleno de emociones contrastantes, donde cada jugador es un guerrero y cada jugada, un capítulo épico.
¡Desde aquí le deseamos a Aliendro una pronta recuperación! Porque el fútbol es, al fin y al cabo, una montaña rusa de emociones y River Plate, con sus gladiadores, no conoce la palabra rendición.
¡Vamos, River! ¡Que esto recién empieza!
Seguiremos informando sobre la evolución de Aliendro y el futuro de este apasionante torneo. ¡Estén atentos!